sábado, 18 de junio de 2011

Días Libres

   Un extraño ardor en el estómago hace que mi cerebro empiece a funcionar lentamente. El olor agrio y hediendo de mi boca hace que mis sentidos quieran seguir dormidos, pero ya es tarde, me estoy despertando, aunque parece que mis músculos aún yacen inertes en la piedra fría del suelo, doloridos y congestionados, cansados, sin el menor indicio de querer moverse. La cabeza me da vueltas, mis ojos intentan enfocar inútilmente cualquier objeto de mi alrededor, mi quejumbrosa mente intenta trabajar para saber lo que está pasando… ¿o lo que ha pasado?
   El vómito sale de mi boca dolorosamente, la masa sólida que recorre mi laringe se atasca, ahogándome, quemándome con los desagradables ácidos de mi pobre y castigado estómago… Cuando termino de escupir el último tropezón, me recuesto en el suelo de nuevo, mi cuerpo está destrozado, por dentro y por fuera ¿Qué son esos cortes y moratones? ¡Joder! No soy capaz de descifrar mis pensamientos, que se agolpan contra mi cabeza intentando escapar… siento que utilizan taladros diabólicos que me producen un dolor infernal y continuado… pero bueno, ya se sabía que esto pasaría, me parece que mi día libre lo aproveche demasiado bien, que lástima que hoy tenga que soportar esta sensación asquerosa, que pena que ahora este sumido en esta descomunal resaca

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