domingo, 5 de junio de 2011

Ojos de Ángel

Aquella tarde era una tarde de Abril, calurosa como ninguna (algunos dicen que por el cambio climático), ella salió de la academia. Ella, causa de mis peores males, causa de mi enfermedad, causa de que esté preocupado siempre…. tenía que acabar con aquella situación de malestar, no podía aguantar un solo día más sin que supiera que la amo, que la deseo con todas mis fuerzas, que me hace suspirar todas las noches, que me tiene en vela cada vez que no tengo noticias de ella, que me hace sentir como un imbécil cuando me mira con sus preciosos ojos negros, que me hace sufrir cada vez que está triste…. Pero, ¿cómo? Esa era la cuestión,¿ sacaría el valor suficiente para decírselo? No, aquella tarde no, imposible…. Vuelvo solitario a mi casa, meditando, pensando, rayándome: ¿por qué no lo habré hecho?, me reprocho una y otra vez. El camino hasta mi casa es largo y cuesta arriba; cuesta arriba se me hace este tema…. No sé qué hacer, no sé si alguna vez podré reunir el valor suficiente para decirle que siento arder mis labios cada vez que me abraza, cada vez que está cerca de mí….cada vez que me mira. ¡Esos ojos!,¡ esos ojos de ángel son los que me han perdido!. Cada vez que me mira es como si me dejara desnudo y supiera todo sobre mí, esos ojos…..
En el camino de vuelta a casa, largo y cuesta arriba, hay un parque, un parque infantil…me recuerda cuando era niño, tan inocente, tan puro…como esos ojos…¡Dios! ¿por qué están en todos mis pensamientos? Me parece que me estoy volviendo loco…no puedo aguantar más…ya está, estoy decidido, iré a verla a su casa mañana y le abriré mi corazón. Sí, era una buena idea. Voy corriendo feliz a mi casa, deseoso de cenar y acostarme. Cuando llego me doy cuenta de que faltan tres horas para la cena...¿y ahora qué hago?....me tumbo en mi cama…pienso….¿qué debería hacer?...ya sé….le llevaría a dar una vuelta, un paseo, la invitaría a algo y se lo confesaría..¡sí!, ¡eso haría!..
Me levanto temprano, sin necesidad de dormir más, espídico, alterado, nervioso…..¡Diiiioooos! ¿qué voy a hacer??... pero no, no me voy a echar atrás… me visto y me dirijo a casa de la dueña de los ojos que me tienen embelesado…..el camino se me hace muy corto…..y además ya sé a donde la voy a llevar.
Llamo a su puerta, después de un rato esperando una voz dulce, femenina y pura contesta. Ella abre la puerta, aún en pijama ( un camisón de seda de color negro) y me contesta que en 5 minutos estará lista.¡Iluso de mí! A la media hora la causante de mis males se presenta junto a mí con unos vaqueros negros y una camiseta blanca con dibujos también negros. La idea del paseo le parece bien y nos dirigimos al centro de la ciudad. Charlamos animadamente. Me encanta ver como entrecierra los ojos al reírse.
Nos decidimos a pararnos en un café…reúno el valor suficiente y se lo suelto….Con cara de alegría la recibo con un beso...caluroso, tierno, sensible..¡ahora se podría decir que he alcanzado la plenitud!.Después de este pequeño y placentero inciso ella recibe una llamada y me dice que se tiene que ir corriendo a casa…. Nos despedimos con otro inolvidable beso y se marcha corriendo…
Ni aunque hubiera corrido lo suficiente hubiera podido impedir que aquel coche blanco, se tiñera de rojo con la sangre de la causante de todas mis pasiones…. No tuve fuerzas para resistir eso….después de estar llorando como un auténtico idiota abrazado a su cuerpo inerte descubrí que no quería seguir viviendo sin ella. Por eso escribo esta carta de suicidio explicando mis razones para no seguir viviendo. Voy a intentar seguirla al más allá, pero aunque no la encuentre allí, siempre llevaré grabado con fuego en mi mente aquella mirada tierna, sincera, penetrante… faltan adjetivos para describir esos ojos…ojos de ángel.

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