domingo, 27 de enero de 2013

El ciclope

La figura mortecina plasmada de forma etérea en el cristal de nuestra ventana apareció de repente. Tiempo atrás jugamos cual novatos torpemente con el destino. Utilizamos un medio con clase, un medio con misterio, imparcial y siempre justo. Su fatídica melodía susurraba a voces nuestros futuros, nuestras vidas...
A lo mejor el cíclope del destino no albergaba intenciones macabras, a lo mejor tan sólo querría comprobar que respetábamos las normas; él nos sonreía con sus dientes siniestros de una manera que irracionalmente suscitaba complicidad... le molaba nuestro rollo.
En aquel momento lo supe, lo supimos todos,
nosotros lo sabemos, somos los guardianes del destino.

miércoles, 16 de enero de 2013

rayadas

La música embota nuestras cabezas...
no puedo pensar,
¡Déjalo estar! no vale la pena, el futuro se estrella fugazmente sobre nuestro ser,
sobre nuestro yo...
¡LIBERTAD! gritamos
La sangre caliente se evapora en un ambiente oscuro,
su pasado sin futuro,
su presente con espacio,
con un tiempo propio que arremete contra las razones de nuestra conciencia,
la conciencia que emana del propio instinto de la verdad,
de la vida en si misma,
¿qué somos si no cenizas?
ya estamos muertos...
aún no lo sabemos.

.

sentimos,
fluimos en el extenso vacío que ilumina
nuestra vida tenuemente.
corremos,
esclavos del destino nos apresuramos
hacia nuestro trágico final.
morimos,
nacemos de nuevo resurgidos del humo
y las cenizas de nuestro pasado.
creemos,
a pesar de todo permanecemos fuertes,
aferrándonos a los últimos estertores
de nuestra humanidad.
fumamos,
aceptamos la verdad humildemente, 
nos convertirnos en los dioses 
de nuestro futuro.