lunes, 24 de noviembre de 2014

Fungis

Nos acercamos al pantano mientras los colores se iban haciendo más vivos. Al llegar un poco despistados, despistamos nuestras cosas y nos fundimos con el barro, a la orilla clara de la paz y el descanso. Unas ramas negras escondiendo dulce veneno rojo fungi. Un uno que son todos que se encuentran en el suelo. Entre raíces crecen brazos y piernas, entrelazados en caótico esplendor. Ya no tengo cuerpo y soy sólo cabeza. Unas piernas desconocidas cuelgan de un torso extremadamente largo. Una sombre se separa del camino. Risas de fondo y atropellos evitados. Un bosque en silencio donde nada está donde parece. Ramas negras crecen altas frente al precioso verde. Hablamos con la vida de tú a tú y le decimos a la muerte que se espere unos años más. El craneo de la cabra madre,la mandíbula de la duda humana. Risas en un risco de alta mar, acuarelas pintando un loco en éxtasis paradisíaco. La vuelta siempre reflexiva. Fascinados con lo fácil que es la vida y lo difícil que la hacen, siempre un poquito cada vez más sabios, siempre un poquito cada vez más cuerdos. La búsqueda aún no termina, para algunos sólo ha comenzado.